Cinco claves para mantener tu vehículo en óptimas condiciones.
Preocupados por la seguridad, confort y experiencia de nuestros clientes, resaltamos la relevancia de las revisiones periódicas para garantizar recorridos seguros, minimizando el riesgo de accidentes relacionados a fallas en los vehículos. Según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), hay muchos accidentes causados por fallas mecánicas. Por ello, los mantenimientos preventivos juegan un papel esencial para mantener el buen estado de los vehículos, así como también para reducir la tasa de accidentabilidad.
En ese sentido, se recomienda visitar periódicamente los talleres para realizar chequeos preventivos y revisiones fundamentales para el buen funcionamiento de los vehículos, entre las que se destacan:
1. Chequeo de frenos: es importante verificar regularmente el estado de las pastillas, el fluido y los discos de freno para asegurar su buen estado. Un sistema de frenos eficiente es crucial para evitar accidentes.
2. Cambio de aceite y mantenimiento del motor: para mantener el motor en buen estado se deben realizar cambios de aceite de manera regular. Esto asegura el buen funcionamiento del motor. Además, se revisa otros fluidos esenciales como el líquido de frenos y el refrigerante.
3. Control de neumáticos: mantener un monitoreo constante de la presión, desgaste y golpes en los neumáticos ayudará a la estabilidad y control del vehículo. De igual modo es importante revisar el buen estado de la llanta de emergencia.
4. Recomendaciones adicionales para el mantenimiento, según el tipo de vehículo: se debe seguir las recomendaciones del fabricante, pero para vehículos de combustión a gasolina/diésel es recomendable realizar un mantenimiento cada 10.000 km. Si el aceite que se utiliza es de origen mineral, los cambios deben realizarse cada 5.000 km. Para garantizar un adecuado funcionamiento del vehículo se debe utilizar los lubricantes recomendados por la marca.
Otras medidas de seguridad en carretera: se recomienda planificar paradas con anticipación, asegurar las puertas al subir al auto y evitar dejar objetos de valor a la vista. En caso de emergencia, reducir la velocidad y detenerse en un lugar seguro es fundamental.
